Segunda Sesión: Cibeles Madrid Fashion Week

      Mañana hará un mes que la edición 2011 de "Cibeles" ha cerrado sus puertas. Muchos medios de comunicación se hicieron eco de todo lo acontecido en el recinto ferial. Cientos de personas acudieron a disfrutar de este evento en directo, aunque no todas  tuvieron la suerte de poder asistir a alguno de los desfiles. Yo fui una de esas afortunadas (gracias Rafa y Pati) y quiero compartirlo con vosotros.

      En el momento en el que la pasarela abre sus puertas, la gente va tomando asiento, mientras que los fotógrafos se agolpan frente a las primeras filas, captando con sus cámaras los modelos que lucen las celebrities invitadas al desfile. Nada en aquellas cuatro paredes hace presagiar lo que en unos minutos va a suceder. Con las gradas llenas y el reloj marcando la hora del comienzo del desfile, caen las luces, la música empieza a sonar y la primera modelo hace acto de presencia. En esos momentos la emoción recorre tu cuerpo y diferentes sensaciones comienzan a embargarte, que veré? me gustará? me sorprenderá?. Toda tu atención está puesta en el desfile: la ropa, los modelos, los accesorios, los peinados... Los comentarios son inevitables, "mira esos tacones imposibles", "qué vestido tan espectacular...".

      Pero la magia dura poco . La música termina y las modelos acompañan al diseñador en su tan merecido reconocimiento por parte del público. Las luces vuelven a iluminar toda la estancia, acercándonos de nuevo a la realidad. El espectáculo ha terminado, los comentarios entre los presentes se suceden. Si la colección ha calado, se convertirá en el centro de la conversación, al menos hasta el siguiente desfile, sino es así, los diseños no captarán más que un par de comentarios. Sea cual sea el sabor de boca que haya podido dejarte el desfile, existe un sentimiento que ningún asistente debería ignorar: el privilegio de haber sido el primero en disfrutar del arte y del sueño del diseñador.