martes, 10 de mayo de 2011

Octava Sesión: Un, dos, tres...estamos dentro

      El pasado domingo se estrenó el nuevo programa de Eva Hache en la Sexta. Gracias a mi amigo Rafa tuve la oportunidad de asistir como público. Seguro que más de uno lo vio, pero para los que no pudieron, deciros que el invitado especial fue Jose Luis Rodríguez Zapatero. Ideas políticas a parte, creo que fue todo un privilegio poder disfrutar de un acontecimiento como este. No todos los días se puede ver al dirigente de un país, fuera de actos electorales, dando una entrevista en un programa de entretenimiento. Claro está, que hoy por hoy, no es precisamente uno de los hombres más queridos entre la población, pero seguro que en los libros de historia de mis nietos saldrá mencionado. Será entonces, cuando yo podré contarles desde mi butaca de abuela, que cuando era joven estuve a escasos metros de él, viendo como contaba anécdotas y bromeaba. Y la verdad, viendo la cara del mío cuando me cuenta batallitas puedo asegurar que eso no tiene precio. 
      
      La grabación del programa se realizó en falso directo, por lo que el viernes a las 12 de la mañana, me encontraba a las puertas del teatro junto con mi amiga Carolina y una gran ilusión por vivir una nueva experiencia. ¿Mi look? Vestido baby doll, mocasines con tacón ancho y chaquetita de punto, todo acompañado de un maquillaje muy natural,para los que me conocéis ,un look muy mío.
      Cuando accedimos al patio de butacas, volví a tener la misma sensación que tuve cuando traspasé las puertas de Cibeles. Lo miraba todo una y otra vez,  sin poder creer que ahí tendría lugar la grabación de un programa de televisión. Supongo que aún soy todavía un poco 'inexperta' en este mundo y todavía me sigue impresionando, en ocasiones, el aspecto que tiene todo cuando se ve a través de la caja tonta.
elclubdelacomedia.lasexta.com 
      Fuimos de las primeras en tomar asiento, 4ª fila, butacas 5-7, si mal no recuerdo, sitio privilegiado, a escasos metros y en frente del lugar exacto donde tendrían lugar las entrevistas. 
      Mientras el resto del público iba ocupando sus lugares yo no dejaba de analizar una y otra vez todo lo que había a mi alrededor. El decorado, muy en la línea de los programas de su categoría, aunque quizás algo menos austero de lo que estamos acostumbrados a ver. Un mosaico de espejos a la espalda de la mesa de la presentadora y una falsa boca de metro por donde aparecerían todos los invitados y colaboradores, le daban ese toque diferente. 


      Por el escenario corría la gente del equipo haciendo las últimas pruebas, el personal de seguridad controlaba los movimientos de todos los presentes y el público... El público de lo más variopinto. Supongo que no siempre es fácil saber como acudir a uno de estos eventos, pero me resultó muy interesante ver como la gente iba desfilando ante mis ojos. El hecho de que la edad del publico estuviera entre los 19 y los 60 años ya marcaba grandes diferencias estilísticas entre unos y otros, pero he de reconocer que la mayor sorpresa me la llevé con la gente joven. Pude ver desde chicas que iban pintadas como puertas hasta chicos que habían desempolvado el traje de las bodas, pasando por alguna  que se había pasado con los brillos y alguno que parecía recién salido del gimnasio y se le había olvidado pasar por la ducha. Cierto es, que soy de las que cree que cada uno puede ir como le de la gana, aunque esa no sea la forma correcta a mi manera de ver, pero hubo algún que otro look que me dejó por decirlo de una manera educada, estupefacta.

      Después de un par de pruebas de sonido comprobando la 'calidad' de los aplausos y unas recomendaciones por parte del equipo del programa, llegó la hora y el show dio comienzo. Fue algo más de una hora y media de risas en la que el tiempo se me fue volando. El presidente mostró su parte menos seria, ayudado siempre por la presentadora. Martina Klein,  fue la siguiente la invitada. Apareció espectacular y aunque al principio se la veía poco suelta, en seguida se lió a contar anécdotas que nos hicieron reír a todos. Los colaboradores, Leo Harlem, Goyo Jiménez y Joaquín Reyes no defraudaron. Eva Hache en la misma línea no defraudó y al menos para mí condujo de manera magistral un primer programa que auguro y espero, será sólo el comienzo de una larga época en la parrilla televisiva.


      Para mi, fue mi primer contacto con el mundo de la televisión desde que soy estilista y aunque no lo hice trabajando sólo espero que cuando me encuentre al otro lado del escenario no pierda la ilusión que siento cuando escucho: un, dos, tres...estamos dentro.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Séptima Sesión: Momentos de relax

      En unas semanas en las que la noticia de moda ha sido la boda del Príncipe Guillermo y Kate Middleton, lo suyo sería que mi post hablara de eso. Pero como normalmente no suelo hacer lo que se espera que haga, he decidido hablar del ritual que llevo acabo antes de un evento de este tipo. Porque no sólo disfruto pateando todas las tiendas de la ciudad buscando el vestido adecuado, sino que además, también adoro los días previos en los que me dedico a poner mi cuerpo a punto para el gran día.

      Los 3 básicos nunca faltan: depilación, manicura y pedicura, son imprescindibles. La visita obligada a la peluquería es otra de las citas ineludibles, tanto un par de días antes del evento como el mismo día, y a todo esto, hay que unir la maravillosa costumbre que estoy adquiriendo con el paso del tiempo, de darme un capricho acudiendo a un spa, para que dejen todo mi cuerpo a punto para lucir lo mejor posible.

       Mientras que el lugar donde acudo para que me realicen los 3 básicos o cuiden mi pelo son siempre los mismos, en el caso del spa pocas veces suelo repetir. Adoro buscar centros nuevos, tratamientos diferentes,ofertas... Mi cuerpo nunca necesita lo mismo y por lo tanto intento variar en mi elección con la finalidad de sorprender a mis sentidos.

      Me puedo pasar horas y horas navegando por la red, visitando páginas, leyendo experiencias de otros usuarios, opiniones y todo esto hasta que elijo mi ansiado regalo.
      He disfrutado de masajes relajantes de lo más variados: faciales, al aceite de mandarina, reductores... Pero mi favorito sin lugar a dudas es el masaje relajante a 4 manos, 60 minutos de placer en mayúsculas que todos deberíamos probar al menos una vez en nuestra vida. Para una terremoto como yo, esos minutos de relajación total se han convertido casi en una obligación. La verdad es que no se me ocurre una mejor manera de combatir al odiado estrés.

      Así que ya sabéis, bien sea porque tenéis un evento especial, porque es vuestro cumpleaños o simplemente porque os apetece, daros el capricho y regalaros una buena sesión de spa. Dedicar unos minutos de vuestro tiempo a mimaros, a cuidaros, a dejar que os mimen y os cuiden, porque no hay mejor inversión en este mundo que invertir en nosotros mismos y en nuestro bienestar.